Tocaba ya escribir una entrada
para estrenar el año nuevo. Y qué mejor forma de empezar el nuevo que
recordando aquel diciembre del pasado, en el que tuvo lugar mi segundo recital
poético…
Debo la publicación de esta
reseña a Guillermo Pescador, de la estupenda revista cultural Iberarte.
Lo cierto es que este segundo
recital fue tan emocionante para mí como el primero, aquel que tuviese lugar en
mayo de 2012, y ahí estuvieron, fieles, los nervios escénicos… Sin embargo,
puedo afirmar que, finalmente, todo salió a la perfección, y esto fue en gran
parte gracias al apoyo y a la ayuda de Sonia Villarroel, una profesional en
todo este mundo de escenarios y puestas en escena. Sonia me ayudó no solo a la
organización del evento –para que fuera algo más que un simple recitado de poemas-,
sino también a recitar mis propios poemas sin aburrir al personal –los poetas
nunca hemos sido muy hábiles recitando lo propio, y si no, qué se lo digan a
Cernuda…-, a elegir la “banda sonora” y hasta en el propio escenario,
interviniendo en la segunda parte del recital, prestando su voz al Sombrero
Loco de mis poemas.
Quiero también agradecer al genial
actor Emilio Linder su participación y su apoyo en esta segunda parte del
recital… Porque el Jim Morrison de Retornos del Espejo no hubiera sido lo mismo
sin su voz, sin su persona. No olvidaré la emoción del público cuando él se
levantó de su mesa, haciendo brillar aquellos versos que yo había escrito.
Y a Antonino Nieto, poeta experimentado
que no dudó a la hora de prestar su ayuda a una poeta principiante como yo –es maravilloso
y raro encontrar escritores con experiencia que ayuden a los más jóvenes de
forma tan desinteresada y amable-, recitando una de mis poesías, con esa vena
dramática que hizo temblar el escenario.
También a David Felipe Arranz,
periodista y amigo cuya profesionalidad y saber hacer nadie podría poner en
duda. A su cargo corrió la presentación de este segundo recital, después de habernos
conmovido ya en el primero, el que se celebró en el mítico café Libertad 8. Y de
nuevo, volvió a dejarnos sin palabras.
Fue un honor para una
principiante como yo contar con la ayuda de todos ellos, grandes profesionales.
Os debo gran parte de mi éxito. Gracias de corazón.