
De aquel acto nos queda una fotografía , tomada por Pepín Bello, que estaba entre el público, que se ha convertido en una de las más populares de la literatura española. En ella podemos ver, de izquierda a derecha, a Rafael Alberti, Federico García Lorca, Juan Chabás, Mauricio Bacarisse, José María Romero, Manuel Blasco Garzón, Jorge Guillén, José Bergamín, Dámaso Alonso y Gerardo Diego.

«Entre los años 1920 y 1930 aparecen los libros primeros de una nueva generación poética. Federico García Lorca es quien se adelanta en 1921 con su Libro de Poemas y Jorge Guillén, el más tardío, con la edición primera de Cántico en 1928. Mediando de una fecha a la otra, se publican: Imagen, de Gerardo Diego, en 1922 (no es su primer libro, pero sí el más importante de sus libros primeros); Presagios, de Pedro Salinas, en 1923; Tiempo, de Emilio Prados, en 1925; Marinero en Tierra, de Rafael Alberti, también en 1925; Las islas invitadas, de Manuel Altolaguirre, en 1926; y Ámbito, de Vicente Aleixandre, publicado, como Cántico, en 1928, pero anticipado a este en algunos meses. (…) A falta de denominación aceptada, la necesidad me lleva a usar la de generación de 1925, fecha que, aun cuando nada signifique históricamente, representa al menos un término medio en la aparición de sus primeros libros.» (Luis Cernuda, Estudios sobre poesía contemporánea española, 1957).
Luis Cernuda en los años treinta
A esto hay que añadir que en 1925 también se publicó Perfil del aire, primer libro del autor de este ensayo, que por humildad no lo ha incluido en sus palabras. Aunque Cernuda admite que es la necesidad la que lo lleva a escoger tal fecha, a falta de una denominación aceptada, su elección es bastante más acertada de lo que pretende darnos a entender, incluso él mismo siguió usando la denominación una vez generalizada la del 27.
A título personal, he de decir que yo, al contrario que la mayoría, opto más por la de 1925, ya que considero que el homenaje a Góngora no reúne en sí mismo las suficientes condiciones de relevancia como para englobar a una generación entera, y ya no solamente por el hecho de que hubiera figuras importantes que no participaran en él. Resulta cierto que la influencia de Góngora fue clave para todos aquellos poetas durante los primeros años, pero antes de esta etapa clasicista hubo una metafórica, llamémosla, influenciada en grado sumo por las greguerías de Ramón Gómez de la Serna. Y hacia 1927, ya se produjo un abandono generalizado del clasicismo y una preferencia por nuevas corrientes como el surrealismo. Así pues, Góngora no constituye más que una etapa transitoria en la mayoría de autores de la generación, y parece un poco brusco, por tanto, encasillarlos en él. Dicho lo cual el acto celebrado en Sevilla en 1927 se habría de considerar más como una fecha anecdótica en el panorama literario español que como una fecha histórica propiamente dicha, si la comparamos, por ejemplo, con 1898. Este fue el año en que España perdió Cuba, el año que dio nombre a la generación anterior, la del 98; pero en este caso sí se trata de una fecha histórica que marcaría el rumbo de la literatura de la época.

Publicación de "La realidad y el deseo" en 1936
Puede que precisamente este último argumento sea el que esgriman algunos para hacer frente a mi modesta opinión: que la Guerra Civil dividió muchos de los lazos de amistad que caracterizaron a toda esta generación. O que la actividad literaria en el exilio debiera considerarse aparte de sus trayectorias anteriores… No quiero profundizar en ello pero, en cualquier caso, a falta de una denominación que me parezca más indicada, yo prefiero optar por la de Generación de 1925. Cuestión de números, al fin y al cabo.